La reducción de costos también es una constante en los procesos de formalización por
medio electrónico. “Es fácil entender. El contrato en papel tenía que ser impreso en
2 copias, tener reconocimiento de las firmas de ambas partes y envío de las copias
al proveedor y viceversa. Además de esto, nuestros documentos físicos eran
almacenados en una empresa subcontratada. Todo esto fue eliminado con la firma
digital. Los proveedores también tuvieron reducción de costos pues dejaron de
imprimir, reconocer firmas y enviar el contrato a Rumo. “No tenemos el porcentual
exacto de reducción de los costos, pero es seguro afirmar que tuvimos una reducción
significativa”, confirmó Sabrina.
Los beneficios no terminan ahí. Según Sabrina, la gestión de documentos también
mejoró mucho, pues ahora el área de suministros ofrece los contratos digitales en su
Sistema Interno de Gestión de Contratos para que las áreas involucradas puedan
consultarlos, en cualquier momento.
Otra mejoría fue en el proceso de validación de las firmas. En el modelo antiguo era
necesario verificar los niveles y verificar las firmas de los apoderados. Con la
firma digital la verificación ya no es necesaria, porque el certificado digital
garantiza la autoría del signatario. “Estamos en conformidad con las normas del MDA,
que son las normas de compliance de Rumo”, completó Sabrina.
Los apoderados también ganaron mucho con la movilidad, o sea, la posibilidad de
firmar digitalmente en sus laptops, en cualquier lugar. “Ellos viajan mucho y los
contratos se quedaban parados en la mesa a la espera de las firmas. Ahora firman
desde cualquier lugar y a cualquier hora”, expresó Sabrina. La firma digital también
contribuye para la mejoría de los indicadores de sostenibilidad. El ahorro en papel,
considerando 2016 y 2017, fue de 66.000 hojas A4, lo que representa un ahorro de 6,6
árboles. En la producción de esta cantidad de papel serían gastados aproximadamente
16 mil litros de agua y 1600kWh de energía. La reducción en la emisión de CO² fue de
85,07Kg. “Una economía verde y alineada con una de las directrices de Rumo, la
actuación sostenible: económica, ambiental y socialmente responsable”, afirmó
Sabrina.